Las aguas micelares se han transformado en un producto indispensable en la rutina diaria del cuidado de la piel, ya que son una forma rápida y fácil de desmaquillar, limpiar y tonificar el rostro, cuello y escote, sin dejar una sensación tirante y sin incorporar alcohol ni parabenos en su formulación.
Su nombre viene de las micelas, que contienen moléculas que actúan como un imán atrapando la suciedad y grasa de la piel, ya que por un lado atraen el agua y por otro la repelen.
Lo ideal es aplicarla por la mañana antes de la crema hidratante, para limpiar el exceso de sebo del rostro, y también por la noche para eliminar los restos de maquillaje.
¿Qué ventajas tiene frente a otros limpiadores?
A diferencia de otros limpiadores, el agua micelar no irrita ni reseca la piel como el jabón, y tampoco deja residuos ni la piel grasa.
¿Por qué se ha puesto tan de moda?
La razón principal de la popularidad de este producto se centra en la comodidad que proporciona. Tiene múltiples funciones en un único producto: Limpieza, hidratación, tonificación, además de su objetivo principal, que es el de desmaquillar.
Recuerda, simplifica tu rutina de cuidado diario.
Dejar un comentario